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- SAN AGUSTÍN
Aurelius Augustinus (354 – 430) —más conocido como San Agustín o Agustín de Hipona — es (junto con S. Jerónimo, S. Gregorio y S. Ambrosio) uno de los cuatro más importantes Padres de la Iglesia latina.
VIDA DE SAN AGUSTÍN
Esta sección repasa momentos significativos de la vida de san Agustín de Hipona (354-430), teólogo cristiano, el más ilustre Padre de la Iglesia occidental y uno de los más eminentes doctores de la cristiandad.
OBRA DE SAN AGUSTIN
Disponemos de casi toda la producción agustiniana. Ocupa veintitrés volúmenes de la revista AVGVSTINVS y suma casi 11062 páginas. La lista en que más adelante rcogemos sus títulos va acompañada del volumen de la BAC en que pueden leerse, precedido del año de su publicación en edición latina y castellana. La fecha de redacción de cada obra se atiene a lo que sobre ésta dice Agustín en sus Revisiones; sin embargo, la cronología agustiniana plantea problemas: unos, insolubles hasta ahora; otros, cuya solución es sólo probable.
PENSAMIENTOS AGUSTINIANOS
Bajo este título se recogen dichos de Agustín, breves generalmente. Cada día, una frase invita a la reflexión y, sobre todo, a conocer con más profundidad a su autor, que tan destacado lugar ocupa en la historia de Occidente, religiosa y académica.
VIDA DE SAN AGUSTÍN
Agustín (354-430), argelino, nació de padre pagano, Patricio, y de madre cristiana, Mónica. Se educó en las ciudades norteafricanas de Tagaste, Madaura y Cartago. La Iglesia católica lo acogió mediante el bautismo en 387. Fue ordenado presbítero de Hipona en 391 y obispo de la ciudad en 395. El día 24 de agosto de 410 entraron en Roma, por la puerta Salaria, las tropas de Alarico, saqueándola a hierro y fuego. Esta desgracia motivó que Agustín predicase su Sermón sobre la caída de Roma y escribiera La ciudad de Dios. Dos decenios después, las huestes de Genserico asediaron Hipona, donde su obispo murió en 430.
SU NIÑEZ
Agustín vino al mundo el 13 de noviembre de 354 en Tagaste, pequeña ciudad de Numidia en el África romana. Esa población argelina se llama hoy Souk-Ahras. Aunque no fue bautizado de niño, Mónica le enseñó los rudimentos de la religión cristiana y, al ver cómo el hijo se separaba de ellos a medida que crecía, se entregó a la oración constante, dolorida y confiada. Años más tarde Agustín se llamará a sí mismo el “hijo de las lágrimas de su madre”. Católica ferviente, dedicó toda su vida a la conversión de su hijo al cristianismo.
De los doce años a los quince, entre 366 y 369, cursa en Madaura, hoy Mdaourouch, estudios de secundaria. Sobresale entre los condiscípulos. Siente gran afición a la poesía. Aprende pasajes enteros de los principales autores que se estudiaban en la escuela: Terencio, Plauto, Séneca, Salustio, Horacio, Apuleyo, Cicerón y, sobre todo, el gran poeta Virgilio.
Los amigos de Patricio le aconsejaron enviar a su hijo a Cartago, capital política y universitaria del norte de África. Para esto hacía falta un dinero del que los padres de Agustín no disponían. Por eso, a los dieciséis años, de 369 a 370, los estudios de Agustín se ven bruscamente interrumpidos, en espera de una ayuda económica, y se queda en Tagaste.
Agustín, en vez de hacer algo serio durante aquel año, pierde el tiempo con sus compañeros. No ha recibido el bautismo ni la instrucción religiosa que en aquellos meses habrían podido quizá ayudarle a evitar el mal.
Pese a los consejos de su madre, Agustín emprende “los torcidos caminos por los que caminan los que vuelven a Dios la espalda y no el rostro”. Se siente feliz en aquellas vacaciones inesperadas y experimenta los primeros atractivos de la amistad y del amor. Un año después, en 370, marchará a Cartago gracias la generosidad de Romaniano, rico mecenas de Tagaste y amigo de su familia. Por entonces, hacia 371, murió su padre, católico ahora. Entre los 16 y los 30 años de edad vivió con una mujer cartaginesa cuyo nombre se desconoce, con la que en el año 372 tuvo un hijo, Adeodatus, nombre latino que significa “regalo de Dios”.
OBRA DE SAN AGUSTÍN
Disponemos de casi toda la producción agustiniana. Ocupa veintitrés volúmenes de la revista AVGVSTINVS y suma casi 11062 páginas. La lista en que más adelante rcogemos sus títulos va acompañada del volumen de la BAC en que pueden leerse, precedido del año de su publicación en edición latina y castellana. La fecha de redacción de cada obra se atiene a lo que sobre ésta dice Agustín en sus Revisiones; sin embargo, la cronología agustiniana plantea problemas: unos, insolubles hasta ahora; otros, cuya solución es sólo probable.
Las obras nos han llegado casi en su totalidad y en buen estado. Están enumeradas en las “Retractaciones” de Agustín y en el “Indiculus” de san Posidio. Su clasificación responde a un criterio temático general, aunque con frecuencia se abordan en cada obra muy distintos temas.